Contratan a médico acusado de acoso sexual en el Ministerio Público 

Evert Romero Aspilcueta afrontó procesos administrativos por acoso sexual y hostigamiento cuando trabajaba en el hospital Goyeneche. Pese a estas acusaciones, ahora labora en el área de Medicina Ocupacional del Ministerio Público.

En mayo del año en curso, tres trabajadoras de salud denunciaron que fueron víctimas de acoso sexual y hostigamiento por el médico Evert Romero Aspilcueta. Las agresiones ocurrieron dentro del hospital Goyeneche. Por ello, fue cesado temporalmente de sus labores. Eso no importó a Romero, pues buscó otro trabajo y fue contratado en el área de Medicina Ocupacional de la sede central del Ministerio Público. 

El galeno alcanzó esta plaza tras participar en la Convocatoria CAS N° 49-2024-MP-FN-UEDFAREQ, debido a una necesidad transitoria de la Fiscalía. Si bien cumplió con los requisitos para el puesto y calificó en la entrevista personal, no se consideró las graves imputaciones que pesan en su contra. 

Evert Romero ya fue sancionado en el hospital Goyeneche.

Denuncias 

El 21 de agosto del año pasado, una servidora que trabajaba en el mismo nosocomio denunció a Evert Romero por hostigamiento sexual. Según su testimonio, Romero era su jefe directo y le hacía comentarios sobre su vida sentimental que estaban fuera del lugar, como sugerirle que le convenía salir con un médico, le ponía apodos y hacía preguntas personales sobre su familia.

Eso no es todo, pues cada vez que ella entraba a su consultorio, él insistía en que cerrara la puerta para estar los dos solos, ignorando las normas de mantener los espacios públicos abiertos por el Coronavirus. La invitaba a salir, intentaba hacer acercamientos físicos e incluso habría tratado de besarla. 

El galeno persistió con sus insinuaciones con otra trabajadora de salud. Este nuevo acoso fue denunciado internamente el 22 de agosto del 2023. Según reveló la fémina, Romero la invitó a un viaje en su camioneta y para convencerla le propuso llevar a su mamá. En otro momento, le hizo un comentario con doble sentido que la agraviada no comprendió, pero el jefe de Personal recriminó la indirecta: ¿Cómo te puede decir eso? 

Finalmente, el 12 de septiembre del mismo año una tercera víctima lo acusó de tener actitudes similares. El médico le extendía invitaciones a salir y a comer constantemente, le decía que se escape de la casa de su tía los sábados y domingos para “perderse” con él. Le hacía masajes en los hombros frente a sus compañeras y le pedía que lo mire a los ojos para ayudarla con las respuestas en los exámenes. A pesar del rechazo, Romero insistía.

A pesar de que se recomendó la destitución el director del hospital Goyeneche solo lo suspendió por un año sin goce de haberes.

Alega inocencia 

Consultado por Revelación.pe, Romero alegó el principio de inocencia en el proceso administrativo. Tras varios minutos de conversación con este medio, señaló que el caso se encuentra en apelación ante el Tribunal de la Autoridad Nacional de Servicio Civil (Servir), por lo que no puede brindar mayores detalles mientras no haya una sentencia. 

“El tema está en apelación, hasta que no se dé la sentencia administrativa yo soy inocente (…) Yo no he hecho nada. Yo puedo trabajar en otro sitio porque no estoy impedido ni sentenciado, no han presentado ninguna prueba. Para mí, es algo que han armado para hacerme daño”, declaró. 

Después de concluir el cuestionamiento, el galeno dijo que evaluaría con su abogado iniciar un proceso legal contra este medio por “importunarlo” y “acosarlo periodísticamente” si este informe sale a la luz. Además de referir que se tratan de temas eminentemente privados. Es preciso aclarar que, su proceso administrativo se dio mientras trabajaba en una entidad pública como es el hospital Goyeneche, por lo que no se trata de temas íntimos, sino que tiene que ver con sus labores como servidor. 

Las mujeres que estuvieron a su mando lo acusaron por acoso sexual.

Fue sancionado 

Las denuncias llegaron a manos de la Oficina Ejecutiva de Administración del hospital Goyeneche. Tras un proceso de investigación que involucró la recolección de testimonios de testigos que respaldaban a las víctimas y las declaraciones del médico, el órgano instructor recomendó su destitución. Pero el entonces director Paul Quinde Alarcón solo lo suspendió sin goce de haberes por un año. Y en este tiempo fue contratado la entidad pública que imparte justicia. 

Algunas de las afectadas retiraron las denuncias tras aceptar las disculpas de Evert Romero Aspilcueta en la investigación; mientras que otras temen ser blanco de represalias cuando éste retorne a sus funciones en el hospital. Esto debido a que ostenta un nivel jerárquico más alto, que las pondría nuevamente bajo su mando.