El expresidente Ollanta Humala se encuentra en la etapa crucial de su juicio por presuntos aportes ilegales de Odebrecht a su campaña, un proceso judicial que promete una sentencia para diciembre y que podría marcar un precedente en los casos de lavado de activos en Perú.

El juicio contra el exmandatario Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia, entra en su fase final en noviembre, casi diez años después de que se iniciaran las investigaciones. Este proceso examina los supuestos aportes ilegales de la constructora Odebrecht al Partido Nacionalista para financiar las campañas de 2006 y 2011.

Las audiencias, programadas para el 5 y 6 de noviembre, contarán con la declaración de Humala, que será interrogado por primera vez en este juicio sobre su rol en el financiamiento de su campaña. La ex primera dama, Nadine Heredia, ha optado por no declarar en esta etapa, lo cual también ha sido interpretado como una estrategia de defensa.

El fiscal Germán Juárez Atoche, a cargo de la acusación, considera que la Fiscalía ha probado el origen ilícito de los fondos que habrían sido utilizados para financiar las campañas del Partido Nacionalista. Juárez espera una sentencia condenatoria para mediados de diciembre, la cual, de ser así, traería consigo penas de hasta 20 años de prisión para Humala y de 26 años y seis meses para Heredia, así como la disolución del partido político.

Los abogados de Humala y Heredia han sostenido su defensa negando la recepción de los supuestos aportes de Odebrecht y sosteniendo que, aun de haberse recibido, esto no implicaría necesariamente el delito de lavado de activos. La expectativa por el desenlace del juicio ha despertado el interés de otros procesados en el caso Lava Jato, quienes ven en la sentencia de Humala un posible precedente para sus propios procesos, en particular el de Keiko Fujimori.