La marca de carteras y billeteras elaboradas con cuero vacuno se posiciona rápidamente en el mercado arequipeño. Su creadora, Alexandra Zúñiga Rivera, utiliza la técnica de la marroquinería para todos sus diseños hechos a mano.
Luego de un proceso de diseño, fabricación y producción, Alexandra Zúñiga Rivera transforma el cuero en representaciones únicas. Con su empresa Andora Perú ofrece carteras y billeteras en el mercado arequipeño. Y cada pieza que diseña tiene un toque personal que lleva impreso su arte.
Andora Perú es el reflejo de un legado de marroquinería que comenzó a construir cuando era apenas una adolescente soñadora bajo la guía de su madre, su mentora y primera maestra. Esta línea de carteras y billeteras se viene ganando el reconocimiento por su artesanía única y su esencia de autenticidad.
“Desde hace seis años inicié formalmente como empresaria, pero ya conocía este oficio desde mucho antes. Lo aprendí de mi madre, ella es profesora de marroquinería, costura a máquina y costura a mano. Andora, precisamente, es la unión de nuestros nombres: Alexandra y Teodora”, cuenta orgullosa mientras alisa el cuero para darle vida a otra de sus creaciones.
Marca la diferencia
A diferencia de las carteras industriales que inundan el mercado, los productos de Andora Perú son elaborados con cuero vacuno en su totalidad y tienen un acabado perfecto. Alexandra, con el ojo crítico que le dio su carrera en diseño gráfico, crea patrones y texturas que resaltan la naturalidad del cuero peruano, un material que, como ella misma dice, “respira y envejece, como nosotros”. Es así como sus carteras y billeteras adquieren un alma que trasciende lo utilitario para volverse piezas de colección.
“Todo el proceso es minucioso. Hacemos las costuras manuales con dos agujas e hilo encerado. Para los acabados utilizamos pintura canto de cartera. Depende de cada proyecto, es el proceso. Hay algunas con más accesorios. Y también confeccionamos las asas y las correas con cuero 100% natural”, añade.
La técnica de la joven empresaria es un homenaje a su madre, una sabia artesana que le enseñó a tener precisión en cada costura y a cuidar cada detalle. La costura a mano, lejos de ser un proceso simple, es lento y cuidadoso que requiere dedicación. En cada cartera y billetera que vende, hay una pequeña parte de esa historia familiar que se conserva.
Sus diseños se destacan entre la multitud por su autenticidad y por el toque especial de sus acabados. Con las manos expertas de Alexandra, el cuero toma formas que evocan naturaleza, movimiento y elegancia. La mujer que adquiere una de sus carteras, no sólo compra un accesorio, sino un trozo de arte peruano. Los detalles cuidados y precisos de cada modelo reflejan el arduo trabajo de una artesana que ve en su oficio una forma de perpetuar su arte.
“Hay diseños que nacen netamente de nosotros y otros que tomamos como inspiración pero lo mejoramos. Empezamos con tela, tapiz y ahora con cuero en su totalidad. Así buscamos que nuestros modelos sean exclusivos en la medida de lo posible. Eso es garantía de que nuestros clientes sientan que no cualquiera posee cartera de la marca Andora Perú”, dice la artesana.
Deja su legado
Hoy, Alexandra se mueve con gracia en las ferias artesanales de Arequipa, donde su puesto es un stand de curiosos y amantes de la marroquinería que se detienen a observar la dedicación en cada diseño. Pero sus sueños no terminan ahí. Aspira a abrir una tienda física exclusiva para mujeres, un espacio donde su trabajo brille y donde pueda establecer un santuario para la marroquinería artesanal. Imagina un lugar en el que sus creaciones se encuentren con la mujer que busca algo más que una simple cartera. Por el momento, también promueve su catálogo a través del número 938963868.
También se ha propuesto ser una mentora como lo fue su madre para ella. Enseña clases de marroquinería, con el sueño de dejar una huella en las nuevas generaciones. En cada clase, busca transmitir su técnica, el respeto y amor por este arte. Sabe que cada alumno es una oportunidad para mantener viva esta herencia, para asegurar que esa magia en cada puntada continúe a través del tiempo y que el arte del cuero siga siendo valorado como merece.
“Dictamos clases. Todos los proyectos lo dictamos en el taller para que lo puedan realizar manualmente. Yo lo aprendí de mi madre, pero también aspiro a que esto no desaparezca. Dejar este legado sería como patentar nuestro arte. Además ayudamos a todos aquellos que querían progresar”, concluye Alexandra desde la feria “Expo Manualidades Internacional Arequipa 2024”, en la Casa Quintanilla de la avenida Ayacucho 267. Ahí permanecerá hasta el martes 5 de noviembre.
Y así, entre el olor del cuero y los sueños que aún le quedan por cumplir, Alexandra Zúñiga Rivera se abre camino en el mundo de la marroquinería. Con manos de artesana y alma de soñadora, construye un legado en el que cada hebra de hilo y cada trozo de cuero cuentan una historia. Andora Perú no es solo una marca; es una tradición hecha a mano, una herencia que late, respira y se convierte en arte en las manos de quien la creó.