Los comerciantes y vecinos expresan su malestar por los retrasos en la obra, atribuyendo el problema a conflictos con el sindicato de construcción civil y a la lenta gestión de la municipalidad.
La obra de la Avenida Jesús, que comenzó hace casi tres años, ha enfrentado constantes retrasos. Vecinos y comerciantes de la zona aseguran que los miembros del sindicato de construcción civil interrumpieron las labores, lo que afectó el cumplimiento de los plazos acordados. Aunque el avance actual es del 85%, aún quedan detalles pendientes que generan preocupación entre los afectados.
Alberto Gallegos, comerciante de la zona, señaló que estas interrupciones han impactado gravemente sus negocios. «Nos mantuvieron prácticamente encerrados durante años. Las ventas bajaron tanto que muchos colegas tuvieron que cerrar», indicó. A pesar de que habilitaron la vía de forma parcial, el progreso podría haber sido más rápido sin los conflictos laborales.
El sindicato, según testimonios, paralizó las obras cuando los trabajadores abandonaron sus puestos para participar en un paro en Lima. «Se fueron dejando todo inconcluso y, al regresar, encontraron la pista habilitada, lo cual parece haberles incomodado», mencionó Gallegos, refiriéndose a los incidentes recientes que complicaron aún más el avance de la obra.
Los comerciantes también denunciaron la falta de eficiencia en la ejecución de los trabajos. «Vimos cómo los obreros descansaban más de lo que trabajaban. A este ritmo, la obra, que podría haberse terminado en dos meses, ya lleva casi tres años», añadieron, señalando que las cámaras de seguridad en los negocios podrían corroborar sus declaraciones.
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Si bien la municipalidad abrió parcialmente la avenida Jesús, los vecinos aseguran que la gestión ha sido lenta y desordenada. Originalmente, la obra debía estar lista en diciembre, pero los constantes problemas indican que podría extenderse hasta el próximo año. Los comerciantes esperan que, con el asfaltado ya avanzado, las ventas puedan recuperarse.
Los ciudadanos exigen una mejor coordinación entre el municipio y los trabajadores. “La gente quiere ver resultados y que los conflictos no sigan perjudicando el desarrollo de la ciudad. Pedimos que estas obras se concluyan pronto y sin más trabas”, concluyó Alberto Gallegos, reflejando el sentir de los afectados.
Por ahora, los trabajos avanzan, aunque aún sin una fecha definitiva de culminación. La apertura parcial ha dado algo de alivio a los vecinos, quienes esperan que el ritmo necesario se mantenga para concluir la obra en su totalidad.