Beirut: Ataque aéreo de Israel deja al menos 14 muertos

Un bombardeo selectivo israelí en la capital libanesa ha causado la muerte de miembros clave de Hezbolá, intensificando las tensiones en la región.

Este viernes, un ataque aéreo llevado a cabo por Israel en Beirut dejó un saldo de al menos 14 muertos, entre los cuales se encuentran importantes figuras de la milicia Hezbolá. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) caracterizaron el bombardeo como «selectivo». Esto porque estaba dirigido principalmente contra el comandante de operaciones de Hezbolá, Ibrahim Aqil. Además de los fallecidos, el Ministerio de Salud libanés reportó 66 heridos a consecuencia del ataque.

Bombardeo en el centro de Beirut

El bombardeo se centró en Dahieh, un suburbio de Beirut conocido como bastión de Hezbolá, donde se registraron importantes daños materiales. Los informes indican que el ataque dejó edificios y vehículos parcialmente destruidos, generando un clima de temor entre la población. Aqil, quien ha liderado las operaciones de Hezbolá desde 2004, es considerado por Estados Unidos uno de los principales responsables del atentado contra su embajada en 1983.

La ofensiva aérea israelí se produjo en medio de un aumento de hostilidades, tras el lanzamiento de aproximadamente 140 cohetes por parte de Hezbolá hacia el norte de Israel. Las FDI informaron que algunas de estas amenazas fueron interceptadas, pero el fuego cruzado ha continuado intensificándose a lo largo de la frontera. En la misma jornada, Israel ejecutó una serie de ataques aéreos en el sur del Líbano, buscando desmantelar infraestructuras de Hezbolá.

El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, ha calificado las acciones israelíes como una «declaración de guerra». Durante un discurso, acusó a Israel de cruzar «todas las líneas rojas» con sus ataques, en particular los recientes bombardeos que han dejado numerosas víctimas. Nasrallah también prometió que Hezbolá respondería, aunque afirmó que no busca una escalada directa del conflicto con Israel.

Desplazados en la frontera

El conflicto ha resultado en un creciente número de desplazados a ambos lados de la frontera, con cientos de muertos en las últimas semanas. Hezbolá, que ha alineado sus acciones con el grupo palestino Hamás, continúa recibiendo apoyo de Irán, mientras que Israel se prepara para una posible prolongación del conflicto. Las FDI han instado a la población del norte de Israel a mantenerse alerta y cerca de refugios.

Israel, por su parte, ha señalado que sus ataques buscan asegurar un retorno seguro para los residentes desplazados del norte, mientras que su ministro de Defensa destacó que el país se encuentra en una «nueva fase de la guerra». Las tensiones han llevado a llamamientos internacionales, incluyendo un llamado de Antony Blinken, secretario de Estado de EE. UU., a la moderación por parte de todas las partes involucradas.

A medida que la situación se complica, líderes mundiales, incluido el ministro británico de Asuntos Exteriores, han instado a un alto el fuego inmediato. La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos, mientras la región se encuentra al borde de una escalada que podría afectar gravemente la seguridad de ambos lados de la frontera.