La gestión del gobernador Rohel Sánchez ha permitido que una de las empresas que formó parte del Club de la Construcción gane una de las mayores obras de su mandato. Estas empresas pagaban coimas a funcionarios y recuperaban el dinero con adicionales y ampliaciones de plazo.
Una de las empresas que conformaron el nefasto Club de la Construcción ha ganado una de las obras más grandes que proyecta la gestión del gobernador Rohel Sánchez. Se trata de la carretera Cabrerias – Pampa Cañahuas, por un monto de 176 millones 344 mil 231 soles, que fue la mejor oferta de entre otros dos postores que buscaron hacerse con la obra vial. La buena pro se dio el 29 de agosto pasado y en los próximos días el Consorcio Vial del Sur (integrado por Obrainsa, Blue Horizon SAC y EPCM Consulting SAC) podría firmar el jugoso contrato.
Sin embargo, la noticia no ha caído bien a los consejeros consultados por Revelacion.pe. El presidente del Consejo Regional, Fernando Cornejo Pacheco, indicó que pedirá información al comité de selección para verificar que se hayan cumplido todos los requisitos en el proceso de licitación. En tanto, el consejero César Huamantuma aseveró que pedirá la intervención de la Contraloría para que revise el proceso de selección. “Tenemos el legítimo derecho de dudar de empresas que han estado involucradas en actos de corrupción a nivel nacional”, dijo.
El Club de la Construcción en Arequipa
Como se recuerda, desde el 2002 en el gobierno de Alejandro Toledo y hasta casi el 2019, se configuró un grupo de empresas constructoras que fueron ganando grandes proyectos viales en el país. Algunos de los casos más emblemáticos son los de la Carretera Interoceánica que construyó Odebrecht junto a otras empresas.
En Arequipa, el Club de la Construcción se hizo con la obra de la carretera costanera que unió Camaná con Islay y hasta Ilo, al borde del litoral arequipeño. La obra empezó con un presupuesto de US $ 208 millones y terminó costando US $ 31 millones más. En esta estuvieron consorciados Obrainsa y Odebrecht. Y cómo olvidar la obra de construcción de la Variante de Uchumayo, donde estuvo la empresa IGCCSA.
De acuerdo con las investigaciones del Ministerio Público este club de la construcción pagaba coimas de entre 2.9% a 5% del valor de la obra a diversos funcionarios del gobierno nacional y también en los gobiernos regionales. Incluso, hace poco un colaborador eficaz aseguró que Obrainsa habría entregado una coima al gobernador de Ayacucho Wilfredo Oscorima.
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Vuelve Obrainsa
A pesar de todo el escándalo y las denuncias en contra de este grupo de empresas, la mayoría sigue operando. Algunos se cambiaron el nombre, como Graña y Montero, que ahora es Aenza, pero otros siguen campantes sin ningún remordimiento.
Es el caso de Obras de Ingeniería SAC (Obrainsa), que se mantiene y en los últimos años siguió ganando algunas licitaciones con el gobierno peruano. La mayoría de estos formando consorcios con otras empresas con menos experiencia.
Así lo hizo para hacerse con la licitación de la obra “Mejoramiento del servicio de transitabilidad en la vía Cabrería – Pampa Cañahuas”. Esta fue lanzada por la gestión de Rohel Sánchez en mayo de este año y, tras varios aplazamientos, por fin se culminó el 29 de agosto.
Durante el proceso mostraron interés hasta 84 empresas, pero al final sólo cinco presentaron sus ofertas económicas. Y finalmente solo tres pasaron a la etapa de calificación. La ganadora, de lejos, resultó ser el Consorcio Vial del Sur, conformado por Obrainsa, con 59% de las acciones, EPCM Consulting SAC con 40% y Blue Horizon SAC con 1%.
Y es que el consorcio liderado por Obrainsa ofertó poco más de S/ 176 millones 344 mil, exactamente 10% menos que los términos de referencia; que eran de S/ 195 millones 938 mil. Y mucho menos que los otros postores, quienes ofertaron S/ 191.3 millones y S/ 194.7 millones, respectivamente.
Con eso la empresa obtuvo la buena pro y se espera que en los próximos días firme contrato.
Alerta roja para Arequipa
Sin embargo, vistos los malos antecedentes de Obrainsa, los consejeros regionales Fernando Cornejo y César Huamantuma se han alertado. Más aún, cuando este medio encontró que dentro de la propuesta económica solo una de las tres empresas que forman el Consorcio Vial del Sur —EPCM Consulting SAC— entregó su Registro Nacional de Proveedores (RNP). Por ningún otro lado se ve el de Obrainsa y de Blue Horizon SAC.
Para el especialista en Derecho Municipal Jorge Sumari esto debería ser causal de inadmisibilidad. “Hasta cuando una persona postula a un trabajo en el Estado debe presentar su RNP. Es un requisito indispensable. Habría que verificar si no lo subsanaron luego. Eso debe explicarlo el comité de licitación”, dijo.
Además de eso, las dos empresas que acompañan a Obrainsa no tienen experiencia en obras mayores a los S/ 2 millones o viales. EPCM por ejemplo tiene proyectos de elaboración de expedientes para obras viales por S/ 1,2 millones de soles como máximo. Mientras que Blue Horizon no tiene experiencia en obras viales. A pesar de haber sido constituida en 2011, recién el año pasado ganó su único contrato con el Estado, para rehabilitación y refacción de un almacén de la Sunat.
Para el consejero Huamantuma esto es muestra de las irregularidades que eran comunes durante el Club de la Construcción que conformaba Obrainsa. “El modus operandi de estas empresas es juntarse con otras que tienen poca experiencia. Es lo que usaban estas mafias. Además aprovechaban contactos y utilizaban medios ilícitos para ganar los procesos de licitación. Es urgente una intervención de la Contraloría”, acotó.
Por su parte el presidente del Consejo Regional indicó que es extraño, aunque no ilegal, que Obrainsa y compañía hayan ofertado mucho menos para ganar la licitación de la obra. “Vamos a estar atentos, porque la forma en que recuperaban eso era con ampliaciones de plazo y adicionales de obra. Preocupa el historial de Obrainsa”, añadió.