Mientras otras regiones del país experimentan un crecimiento sostenido gracias a proyectos de inversión pública, Arequipa sigue rezagada. La falta de obras de gran envergadura afecta negativamente la economía local y genera desempleo en el sector construcción.
En los últimos meses, Arequipa ha experimentado un leve repunte en el sector construcción. Sin embargo, este crecimiento se debe casi exclusivamente a proyectos inmobiliarios privados. Según José Medina, director de Capeco, la región carece de obras públicas significativas que impulsen la economía. Ello contrasta con otras partes del país donde la inversión en infraestructura es clave.
A nivel nacional, el sector construcción se mueve principalmente gracias a la inversión pública en proyectos de obras públicas como carreteras y puertos. Escenario que no se replica en Arequipa. La ausencia de estas obras de gran escala es uno de los problemas más graves para la región. Se desaprovechan oportunidades de crecimiento económico y desarrollo social.
Proyectos importantes, como el del Majes Siguas II, no avanzan al ritmo esperado, lo que provoca pérdidas económicas considerables. Medina subraya que la falta de grandes obras fomenta el desempleo en el sector. Los principales afectados son los trabajadores de la construcción, que salen a las calles cada semana para exigir empleo y nuevas obras.
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A pesar del dinamismo del sector inmobiliario privado en Arequipa, con el desarrollo de urbanizaciones y proyectos habitacionales de alto estándar, persisten problemas estructurales. La carencia de viviendas sociales accesibles es un ejemplo claro de cómo la falta de planificación y de inversión pública deja al margen a amplios sectores de la población que no pueden acceder a una vivienda digna.
Medina señala que la ausencia de un Plan de Desarrollo Metropolitano (PDM) es uno de los principales obstáculos para el desarrollo de proyectos de vivienda social en Arequipa. Sin este marco regulador, muchos proyectos quedan paralizados. Ello impide el crecimiento ordenado y equitativo de la ciudad, a diferencia de lo que ocurre en otras regiones.
Mientras que regiones como Moquegua registran un crecimiento del 30% en la construcción, Arequipa apenas alcanza un 4%. Esto se debe a que en otras partes del país se ha apostado por un desarrollo urbano accesible y bien planificado, complementado por infraestructura y comercio, lo que ha impulsado el progreso de ciudades como Ilo.
La situación en Arequipa refleja una necesidad urgente de reevaluar las políticas de inversión pública y de implementar estrategias que permitan el desarrollo integral de la región. Solo así, Arequipa podrá competir en igualdad de condiciones con otras regiones y aprovechar su potencial de crecimiento.