La salud no le interesa al gobernador

Todos los días hay algo nuevo-malo en la gestión del gobernador Rohel Sánchez. Son temas que deberían escandalizarnos. Pero al contrario, solo provocan más desinterés de la población. Muchos, imagino, deben estar pensando que para qué hacer algo al respecto, si la compra de mochilas sobrevaloradas, la contratación de un funcionario con requisitoria, o la exigencia a obreros para que funjan de troles en las redes sociales, no me afecta a mí.

Quizá. Pero todo tiene un límite. La Educación o la Salud deberían ser el límite para todos. Sobre todo cuando nos enteramos que a pesar de tener dinero, la gestión del gobernador Rohel Sánchez no utiliza los recursos. No para nuevas obras, sino para simplemente dar mantenimiento a lo que ya se tiene, así sea poco.

Resulta que la Red de Salud Arequipa Caylloma, gestionada por el médico Carlos Cuya, no ha usado un sol de los casi S/ 1.2 millones que tiene para mantenimientos. Nada, cero. 

Y luego nos preguntamos qué pasa con los centros de salud de la periferia de la ciudad. Cuando madres de familia reclaman por una atención decente, digna, para sus hijos. En algunos los médicos alegan que los equipos como rayos X, ecografías, o hasta cualquier otro instrumental no funciona y por eso no pueden atender como es debido. Y en otros casos incluso se denuncia que algunos espacios no pueden ser usados por ser muy antiguos y ser un riesgo para el personal y la población.

Y lo mismo está pasando en los hospitales. En el Honorio Delgado y en el Goyeneche hay plata y tampoco se usa. El promedio de uso en las diversas gestiones de redes de salud y de hospitales que tienen su propio presupuesto es de 18% y ya hemos terminado el mes de agosto. Entramos al mes 9 y seguimos con el mismo problema.

Entonces ya todo tiene explicación: la ineficiencia e ineptitud de los funcionarios públicos, designados por Rohel Sánchez, es la respuesta a todos los problemas que hay en salud en estos momentos. Y el gobernador ya no puede echarle la culpa a las gestiones anteriores. Ya tiene 20 meses clavados en el cargo y la situación no ha mejorado, solo parece empeorar cada vez más.

Sino consideremos preguntarnos hasta cuándo se culminará el hospital Maritza Campos ubicado en el Cono Norte. O los otros hospitales en Camaná, Cotahuasi y Chala. Son 20 meses y nada. 

Eso debería escandalizarnos y llamar la atención de otras autoridades, como el Ministerio Público. ¿Acaso la omisión de funciones no es un delito? O de los consejeros regionales, que pueden investigar más a fondo y señalar a los funcionarios culpables de esta lamentable situación en el sector salud de nuestra región.