Escribe: Carmen Rivera, Catedrática Universitaria

“Ésta es la línea que tienes que tomar para hallarlo/ en ésta tienes que regresar para volver a mí no confundir las líneas por favor/ el blanco es blanco y el rojo es rojo/ bordeando las plazas antiguas llegas a mí/ pisando los museos y los cafés lo encontrarás a él” (Guerra, 2022).

Wendy Guerra Torres nace en La Habana, Cuba, recibió de su madre la poetisa Albis Torres, quien nunca publicó en vida, la formación e inspiración “Viene de la tradición poética que tengo en mi casa, mi madre mostró el mejor camino para llegar a la poesía, al corazón de la poesía” (Guerra, 2020).  Ese anhelo por el verso y la composición se materializó a través del tono íntimo de su adolescencia, es a los diecisiete años con la publicación su primer poemario “Platea a oscuras” ganador del premio de la Universidad de la Habana en 1996 que puede volcar toda la inquietud de la frustración de la libertad en Cuba “no le digas jamás lo que has sentido/ la palabra exilio está prohibida/ no seas lunática/ no te desnudes/ no dejes que te fotografíe para la nostalgia/ no le hables de La Habana / no lo cures” (Guerra, 2022).

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“No regales tu libro/no le enseñes su verso” (Guerra, 2022). Es en la capital de su país donde se forja la lucha por la libertad cubana, “el patio de su infancia, de su adolescencia” a la que vuelve para impregnarse de recuerdos de memorias colectivas y trasfondos culturales que dejaron en ella una duda de lo aparente y lo real, motivo que la inquieta según ella “el rescate del sentido común” la vuelve férrea e incansable desde el exilio “Yo no creo que uno tenga que tirar la puerta al salir de Cuba” (Guerra, 2022).

Pasión contenida, solo puede expresarse mediante palabras, a su vez de adjetivaciones y anáforas que llenan vacíos, susurran descontento, gritan a través de diferentes voces la necesidad inherente de la emancipación, ese reflejo poético de dicotomías parece un reto a la voluntad, sin embargo logra vencer la timidez para crear en cada sílaba el grito simbólico cubano, la prohibición ya no es obstáculo la poesía la reivindica, es a través de ella que puede consolidar su propia identidad “no te lleves su nombre en el diario/ sólo busca el mapa y baja a mí/ despídete por fin de sus secuelas/ Terminen de una vez este silencio”. Wendy Guerra.

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