Sano Juicio: Mensaje adelantado

Escribe: Federico Rosado*

El quehacer periodístico realmente me hizo más ciudadano, diría que exageradamente ciudadano. Siempre quería estar informado sobre los aconteceres locales, nacionales e internacionales. No había día que no revisará las noticias, las columnas. En cierto momento me di cuenta que quería a este país, que sí podía haber esperanza. Luego aparecería el desencanto.

Como peruano de casi seis décadas veo un Perú con dos peruanos.

El que quiere a su país, escasea, que cumple con su patria, que se molesta cuando alguien bota basura en la calle, que cada noche se dormirá pensando en su nación, que se indigna ante la corrupción, que como se dice manidamente “ve una luz al final del túnel”; este 28 de julio esperará el mensaje de la presidenta; maldice a los corruptos, sabe qué es un Piérola, Leguía, Fujimori; su identidad es un peruano de un Perú plural…

Al que le llega su país, abunda, convive en la indiferencia hacia su patria; ha ordenado su vida desde, para, hacia, con, a, en sí mismo; su preocupación central: dónde pasar vacaciones en “fiestas patrias”; en sus conversaciones el Perú es una mala palabra; la corrupción no es una novedad tal vez pueda ser una posibilidad; la pobreza es africana; el Perú solo existe si clasifica al próximo mundial; su identidad es un plato de comida…

Hoy 28 de julio de 2024, ¿Qué celebrar?

En Arequipa, nada. Es más deberíamos sentirnos muy mal, por dos hechos, dos obras. Una tiene que ver con la reconstrucción del Hospital Goyeneche. La otra, es peor: el proyecto Majes segunda etapa. Ambas, en una clara traición a la historia de los arequipeños, revela la mediocridad de las autoridades y de la misma población. Una deslealtad que ni siquiera da vergüenza; estoy esperando el mensaje de la presidenta Boluarte para hacer lo que aprendí de esta Arequipa: indignarme.

Empezó Dina Boluarte. Está claro lo que es el gobierno y los peruanos para ella y la clase política vigente. El gobierno un ejecutor de obras cuya sede es Lima, donde se decide y paga, la primera mandataria una exprovinciana que se encontró la presidencia por obra y gracia de su antecesor, un corrupto de medio pelo. Los peruanos, una sarta de adocenados que debemos esperar nuestro turno de lo que el mandato limeño ordene.

No hay proyecto y menos nacional, solamente un listado de obras; nunca nos dirán realmente cómo estamos, hacia dónde vamos, qué seremos; solo escuchamos frases trilladas y millones de soles sin plazos.

Casi cinco horas… me equivoqué, no fue un mensaje adelantado, fue uno abultado, dilatado, extenso en poquedades y termino porque, perdonen, aburrido nunca seré.

Nota: El título “Mensaje adelantado” se debe a que lo puse horas antes del decantado mensaje presidencial; los primeros párrafos corren la misma temporalidad. Esta columna es además de retorno, gracias a revelación, a la recurrencia de no perder el oficio de escribir, a la corrección que suele ser madrugadora.

* Federico Rosado es Jefe del Departamento Académico de Estudios Generales de la Universidad Católica de Santa María.

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