Lic. Yenny Quispe Jiménez – Braavo Marketing y Comunicación. braavomarketing@gmail.com
Desde que el presidente de la República José Jerí recibió la banda presidencial su propuesta no se caracterizó por el uso de tecnicismos, más bien se lo vio visitando penales, liderando operativos y hablando con transportistas. Sin calificar a Jerí de ser el menos malo o el peor de los últimos 8 presidentes del Perú. Está usando una estrategia clara: framing.
El framing es una estrategia de comunicación que consiste en presentar un tema o una situación de una manera particular para influir en la percepción de las personas. Al seleccionar y destacar ciertos aspectos, se crea un «encuadre» que dirige la interpretación, fomenta ciertas ideas y desalienta otras.
En el caso de Jerí, visiblemente está mostrando un aspecto de manera constante, es la figura del vigilante que lucha contra la delincuencia. Como lo indica claramente el consultor en Comunicación, Alonso Salinas, el presidente del Perú José Jerí Oré, está construyendo su relato bajo un framing de acción inmediata: presencia en terreno (inspecciones en comisarías y penales), anuncios como el estado de emergencia en Lima y Callao y un énfasis discursivo en “ir de defensa a ofensiva” contra la delincuencia.
Afirma que este encuadre busca romper con la imagen de desconexión de gestiones previas y activar emociones de control, liderazgo y respuesta. Pero todo framing es una promesa si no se sostiene con resultados.
Sus ministros quieren seguirle el ritmo, usando la misma estrategia en el formato “la autoridad presente”, no la que inverna detrás de su escritorio, sino la que toma de la fuente directa los problemas que afectan a la población. Sabremos en las próximas semanas si esta agilidad, presencia constante y ejecución de acciones, que no veíamos en la anterior gestión, comienza a tener resultados positivos.
En las últimas horas, hasta habló de descentralización, indicando que “el desarrollo del Perú será integral, equilibrado y llegará a todas las regiones del territorio nacional”. Como indica Salinas, lo peor que podría pasar es que el mensaje se quede en el encuadre, sin resultados y sin coherencia.
Quien sabe, decida visitar Arequipa para tomar conocimiento directo de los problemas que aquejan a la ciudad y los proyectos que duermen, postergando el desarrollo de toda la región. Ya es tiempo que, según su discurso, realice visitas a todas las regiones del Perú, para tomarle el pulso a cada rincón de nuestro hermoso país y devolver la esperanza, en la construcción de un Perú en desarrollo y sostenible.




