El contralor general de la República, César Aguilar Surichaqui, advirtió graves deficiencias en los servicios de salud de Arequipa tras un operativo nocturno en el hospital Goyeneche y una visita al Honorio Delgado. Se hallaron equipos médicos inoperativos, infraestructura deteriorada y malas condiciones de atención. Además, la Contraloría supervisó proyectos paralizados en instituciones educativas, el reservorio R-10 y el hospital Maritza Campos.
En su segundo día de supervisión en Arequipa, la Contraloría General detectó fallas críticas en los hospitales públicos y el estancamiento de importantes obras. En el hospital Honorio Delgado, los auditores encontraron equipos biomédicos inoperativos en el área de Cardiología, lo que impide realizar diagnósticos de presión arterial y ritmo cardíaco. También se evidenció la falta de códigos patrimoniales en el equipamiento, lo que podría afectar su mantenimiento preventivo.
En el hospital Goyeneche, un operativo nocturno reveló graves deficiencias en la atención de pacientes. Los inspectores hallaron a familiares durmiendo en el piso, pacientes recibiendo tratamientos en sillones oxidados y una enfermera ausente en la Unidad de Cuidados Intensivos, que permanecía cerrada. Dentro de la sala se encontraron camillas con ropa no hospitalaria, aparentemente usada por el personal de guardia.
El contralor Aguilar, junto a su equipo técnico y auditores regionales, también inspeccionó obras paralizadas y con fallas estructurales. En el colegio Juana Cervantes de Bolognesi se observaron filtraciones, ascensores inoperativos y problemas en los servicios higiénicos. En Umacollo, la obra de la Oficina de Criminalística de la Policía —a cargo del Ministerio del Interior— permanece paralizada y en arbitraje.
En Mariano Melgar, el reservorio R-10 presenta un 40 % de avance y requiere un adicional de S/ 4 millones para su conclusión. En tanto, el hospital Maritza Campos continúa inconcluso, aunque su reactivación está prevista por el Gobierno Regional.
Aguilar destacó que su gestión prioriza el “destrabe de proyectos” para asegurar su rentabilidad social y beneficio directo a la ciudadanía.




