La ejecución de la obra de «Mejoramiento de los servicios educativos en el nivel secundaria de la Institución Educativa Sebastián Barranca del distrito de Camaná» avanza sin ningún tipo de control. Sucede que la Contraloría General de la República identificó deficiencias que ponen en grave riesgo el proyecto.
Las irregularidades van desde la ausencia de profesionales clave y la falta de experiencia acreditada del personal, hasta un mínimo avance físico de sólo el 12.07 % a fines de septiembre de 2025. Esto a pesar de que la obra debe culminar en enero de 2026. Es decir, las ampliaciones en el cronograma serán evidentes.
Ampliaciones
Según el Informe de Hito de Control N° 048-2025-OCI/5334-SCC, el proyecto, que se ejecuta por la modalidad de administración directa, fue aprobado inicialmente con un presupuesto total de S/ 31 millones 991 mil 123,09. A pesar de la envergadura y el alto costo inicial, la obra fue objeto de tres modificaciones físico financieras en menos de dos años de ejecución. Estas modificaciones elevaron el presupuesto modificado a S/ 33 millones 476 864 mil 98, lo que representa, un incremento del 4.64 % sobre el costo original.
Sin embargo, el incremento presupuestal no se ha reflejado en el avance físico. Al mes de septiembre de 2025, el monto ejecutado es de sólo S/ 4 millones 040 mil 718,70. Esto equivale a un exiguo 12.07 % del presupuesto modificado. Con la fecha de culminación programada para enero de 2026, el Gobierno Regional de Arequipa se encuentra en una situación crítica que augura un inminente incumplimiento del plazo de ejecución.
Abandonado a su suerte

Una de las situaciones más graves y que explica el bajo rendimiento es la ausencia del residente y de la inspectora de obra. Durante la visita de la Comisión de Control realizada el 20 de octubre de 2025, se evidenció que ambos profesionales clave estaban ausentes, a pesar de su rol fundamental en la dirección técnica y la fiscalización del proyecto.
La falta de supervisión es alarmante, pues se verificó que el personal obrero continuaba ejecutando trabajos críticos como el izaje y encofrado de columnas, el armado de zapatas y el tarrajeo del cerco perimétrico. Estos trabajos se realizaban sin la presencia del residente, responsable de la conducción técnica, ni de la inspectora, encargada de velar por el cumplimiento del expediente técnico. Lo que genera un grave riesgo en la calidad de la ejecución.
La ausencia de la inspectora de obra fue justificada por ella misma. Señaló que tiene a su cargo un total de tres obras, además de las labores documentarias. Este hecho constituye una violación a la normativa del Gobierno Regional de Arequipa, que exige la designación del inspector para una obra de forma exclusiva para garantizar el control directo y permanente.
La omisión en el registro diario de incidencias se suma a la larga lista de irregularidades. El Cuaderno de Obra no registraba anotaciones del residente desde el 17 de octubre de 2025, y la inspectora no había realizado anotaciones desde el 2 de octubre de 2025. Esta falta de actualización y suscripción de las incidencias de la obra afecta la fluidez de las instrucciones y decisiones que deben adoptarse durante el desarrollo del proyecto.
Sin especialistas
La situación se agrava con la falta de personal profesional y técnico con contratos vigentes. El informe revela que el ingeniero de calidad, el asistente técnico y el especialista en estructuras no tenían contratos válidos después del 30 de septiembre de 2025. A pesar de que sus roles son obligatorios o están contemplados en los gastos generales del expediente técnico durante el 100 % de la ejecución.
En cuanto a la ingeniera de seguridad, el ente de control determinó que no acredita el perfil mínimo requerido: solo contaba con 2 años de experiencia en el sector público, cuando la normativa exige un mínimo de cuatro (4) años para obras de esta categoría. Esta falta de idoneidad genera un riesgo directo en la adecuada conducción técnica y seguridad de la ejecución del proyecto.
El control de bienes también es deficiente, poniendo en riesgo los recursos del Estado. El almacén de la obra presenta fallas en el registro de documentos como el Registro de Ingreso de Almacén (RIA), Vales de Consumo (V/C) y Tarjetas de Control Visible (Bind Card). Los mismos que carecen de numeración preimpresa y están mal colocados. Adicionalmente, no se encontró evidencia de que la entidad haya realizado inventarios periódicos para verificar la existencia real de los materiales.
Retrasos por materiales
La gestión ineficiente de insumos clave está generando retrasos. La adquisición de concreto sigue pendiente, un material indispensable para la colocación de zapatas y vigas de cimentación. Las partidas que requieren este concreto debieron haber culminado en agosto de 2025, por lo que la dilación en su compra podría generar mayores retrasos en el plazo de ejecución del proyecto.
Las deficiencias se extienden al sustento técnico de la obra. El informe advierte sobre falencias en el expediente técnico y sus modificaciones, como la ausencia de gráficos y planos de detalle. Asimismo, la última modificación físico financiera en trámite fue observada porque no contaba con el pronunciamiento del proyectista. Estas fallas documentales y de planificación podrían obligar a generar nuevas modificaciones y, consecuentemente, provocar mayores gastos y dilaciones.
En conclusión, la Contraloría puso en evidencia un cúmulo de irresponsabilidades administrativas y técnicas que comprometen seriamente el proyecto educativo en Camaná. Nuevamente, todo mal con la gestión del gobernador Rohel Sánchez.




