Personal de la Contraloría realizó una visita nocturna al Hospital Goyeneche y lo que encontró es alarmante: falta de atención a los pacientes y ausencia en la supervisión del personal de salud. La intervención se efectuó el 4 de noviembre, como parte de las acciones de control preventivo que ejecuta la Subgerencia de Control de Salud.
Durante el recorrido por las instalaciones del nosocomio, los auditores constataron que algunos pacientes eran atendidos en espacios improvisados, como la sala de espera, un ambiente no diseñado para observación médica. Esta situación pone en evidencia la precariedad en la gestión hospitalaria y el incumplimiento de estándares mínimos de atención.
La inspección también reveló un panorama de desorden y hacinamiento. En diversos pasillos, familiares de pacientes dormían en el piso debido a la falta de ambientes adecuados para su permanencia. Las imágenes recogidas por los auditores mostraron condiciones indignas tanto para pacientes como para sus acompañantes.
Otro hallazgo preocupante fue la atención médica brindada en sillones deteriorados, con tapizados rotos y estructuras oxidadas. En esos asientos, los pacientes recibían tratamientos parenterales. Esto constituye un riesgo para la salud por posibles contaminaciones o infecciones asociadas.
Además, se verificó el cumplimiento de la asistencia y permanencia del personal de salud asignado a la guardia nocturna. En esa revisión se comprobó la ausencia de una enfermera programada para el turno en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), un servicio crítico donde cada profesional resulta indispensable.
Al intentar ingresar a la UCI, los auditores encontraron la puerta cerrada. El personal del hospital tardó aproximadamente veinte minutos en abrirla. Lo que genera sospechas sobre el cumplimiento de las funciones durante la guardia. Este hecho fue documentado como parte de la evidencia recabada por el equipo de control.
Dentro de la unidad se hallaron camillas y sillones cubiertos con ropa de cama no hospitalaria, aparentemente utilizadas por el personal de turno para descanso. El ente de control consideró este hecho una falta de disciplina y profesionalismo, dado que los ambientes asistenciales deben permanecer operativos las 24 horas.
Estos hallazgos forman parte de un informe de control preventivo, cuyo propósito es advertir a las autoridades del hospital y del Gobierno Regional de Arequipa (GRA) sobre las deficiencias observadas. El fin es que se adopten medidas correctivas inmediatas.




