Lima afrontará este martes 4 de noviembre una paralización del transporte urbano convocada por distintos gremios, que protestan contra la violencia y los asesinatos de choferes en plena vigencia del estado de emergencia. La medida, anunciada como un “apagado de motores” y un acto de duelo, busca llamar la atención sobre la falta de resultados en la lucha contra la criminalidad que golpea al sector.
Empresas como El Rápido, Los Chinos, La 41, Etupsa, Nueva América y La 50 confirmaron que suspenderán sus servicios durante 24 horas. Su decisión responde a los recientes asesinatos de Walter Sandoval y José Esqueche, ambos choferes ultimados a balazos en la avenida Néstor Gambeta, en el Callao. Los crímenes ocurrieron en un mismo fin de semana, pese a las medidas de emergencia decretadas por el Gobierno de José Jerí el pasado 22 de octubre.
Martín Ojeda, vocero de Transportistas Unidos, precisó que la jornada será pacífica y sin bloqueos. “No estamos contra el Gobierno, pero dos conductores han muerto en pleno estado de emergencia. Es un acto de desesperación y de respeto a nuestros compañeros caídos”, indicó.
A su vez, el presidente de Conet Perú, Julio Raurau, advirtió que “prácticamente el 100% de las empresas de transporte están siendo extorsionadas”. Denunció que los sicarios cobran entre 100 y 200 soles por ejecutar asesinatos por encargo.
En tanto, la Asociación Nacional de Conductores Profesionales del Perú reiteró que la paralización se desarrollará “en respeto a la memoria de los compañeros asesinados” y en exigencia de justicia.
Las empresas pidieron al Gobierno, al Congreso y al Poder Judicial actuar de forma conjunta para detener la violencia que, según advierten, se ha vuelto parte del día a día de los transportistas.




