Rusia y China manifestaron su “seria preocupación” por la Cúpula Dorada. Este es el sistema de defensa antimisiles anunciado por Donald Trump, cuyo objetivo es interceptar ataques incluso desde el espacio. Moscú descartó una amenaza inmediata, pero Pekín advirtió que el plan acelera la militarización del espacio y rompe el equilibrio estratégico global. El sistema combinaría tecnología terrestre y orbital para responder a misiles en todas sus fases de vuelo.

El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Ryabkov, calificó el proyecto como inquietante, aunque sin representar aún una amenaza directa. Por su parte, el portavoz chino Mao Ning señaló que la Cúpula Dorada refleja una visión de seguridad unilateral que podría desencadenar una nueva carrera armamentista. El martes, Trump anunció desde la Casa Blanca que la primera fase del programa estará lista para 2029.

El general Michael Guetlein, actual vicejefe de operaciones espaciales, fue designado como responsable del desarrollo del proyecto. El mismo que contempla un sistema mixto de defensa con elementos espaciales y terrestres. El objetivo es neutralizar misiles en cualquiera de las cuatro etapas de un ataque: desde su preparación en tierra, hasta su trayecto final antes del impacto. Esta estrategia apunta directamente a la creciente sofisticación de los arsenales rusos y chinos.

El Pentágono ha reiterado que los nuevos misiles hipersónicos y de largo alcance desarrollados por estas potencias requieren medidas de defensa renovadas. La Cúpula Dorada representaría la mayor inversión en tecnología antimisiles desde la Guerra Fría. Y utilizaría satélites interceptores para actuar en las primeras fases de cualquier ataque, elevando así la capacidad de respuesta inmediata del sistema de defensa de EE. UU.

Tanto Rusia como China han advertido que este tipo de iniciativas podría desestabilizar aún más el ya frágil equilibrio militar global. Pekín acusó a Washington de buscar “seguridad absoluta” sin considerar el principio de seguridad colectiva. Con el espacio exterior convertido en nuevo campo de disputa estratégica, el anuncio de Trump agrega tensión a un escenario internacional cada vez más volátil.