El Congreso de Perú debate dos propuestas que buscan eliminar hasta ocho feriados del calendario nacional. Las iniciativas, presentadas por Wilson Soto de Acción Popular y el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, coinciden en la eliminación de cuatro fechas históricas y proponen cambios en otras, incluyendo feriados religiosos.
Entre los feriados en riesgo están el 7 de junio (Batalla de Arica y Día de la Bandera), el 23 de julio (Día de la Fuerza Aérea), el 6 de agosto (Batalla de Junín) y el 9 de diciembre (Batalla de Ayacucho). Además, Soto propone eliminar el 30 de agosto (Santa Rosa de Lima) y el 8 de octubre (Combate de Angamos), mientras Salhuana sugiere convertir el 29 de junio (San Pedro y San Pablo) y el 8 de diciembre (Inmaculada Concepción) en días no laborables.
El Obispado Castrense del Perú ha manifestado su rechazo a estas propuestas, especialmente a la eliminación de los feriados religiosos. En una carta dirigida al presidente del Congreso, la entidad católica defendió la importancia de las festividades de la Inmaculada Concepción, San Pedro y San Pablo, y Santa Rosa de Lima. “Estas celebraciones tienen gran relevancia en la tradición católica y son días de recogimiento y devoción para los fieles”, señaló el obispado.
Además, la entidad criticó la idea de eliminar feriados que honran a héroes nacionales como Francisco Bolognesi, Miguel Grau y José Abelardo Quiñones. “No podemos borrar de nuestra historia a quienes entregaron su vida por un Perú unido y pacificado”, afirmó.
El Obispado Castrense también argumentó que los feriados no afectan negativamente la productividad del país. Por el contrario, destacó que promueven el turismo interno y benefician a pequeños y medianos empresarios. “Estas fechas generan ingresos en sectores como el turismo, la gastronomía y el comercio”, sostuvo.
Finalmente, la entidad hizo un llamado a las autoridades y a la ciudadanía para proteger el patrimonio cultural y espiritual del país. “Cada generación tiene la responsabilidad de custodiar y respetar este legado”, concluyó la carta.
El debate sobre la eliminación de feriados continúa en el Congreso, mientras el Obispado Castrense y otros sectores defienden su valor histórico, cultural y religioso. La decisión final podría marcar un cambio significativo en el calendario nacional y en la identidad peruana.