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El 31 de enero, a partir de las 16:00 horas, se inició un incremento en la descarga de la represa Aguada Blanca hacia el río Chili. Esta acción es consecuencia del notable aumento de los caudales en la cuenca media, que han generado la necesidad de tomar medidas preventivas para evitar riesgos mayores, de acuerdo a un comunicado de Autodema emitido en la previa.

El aumento de los flujos afluentes hacia la represa ha provocado la decisión de liberar hasta 15 metros cúbicos por segundo (m³/s) de agua hacia el río Chili. Esta maniobra tiene como objetivo reducir el nivel de la represa y prevenir posibles desbordamientos, lo que podría poner en peligro las zonas aledañas.

Como se recuerda, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) advirtió que Arequipa enfrentará precipitaciones por encima de los niveles habituales durante febrero y marzo. En su momento, Guillermo Gutiérrez, jefe zonal del Senamhi, alertó sobre los riesgos asociados a estas lluvias: “La intensidad de las lluvias podría provocar huaicos y lahares en las partes altas de la región”.

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Las autoridades recomiendan precaución ante posibles deslizamientos de tierra y crecidas de ríos, en especial en zonas vulnerables de la sierra. También instan a la población a mantenerse informada y seguir las indicaciones de Defensa Civil y mantener una distancia prudente del río.