Cuerpos esparcidos por calles polvorientas, carreteras enteras destruidas, gente muriendo de hambre. Todo causado por los ataques de Israel.
La situación en el norte de Gaza empeora cada día, según Fares Afana, jefe de los servicios de emergencia de la región. Describió escenas devastadoras con cuerpos esparcidos por calles polvorientas y carreteras destruidas, y atribuyó la crisis a los ataques israelíes. La población enfrenta una escasez extrema de alimentos, mientras miles de personas permanecen atrapadas en la zona sitiada.
Afana denunció que animales hambrientos devoran los cuerpos en las calles, lo que dificulta la identificación de las víctimas. “Los perros están comiendo los cuerpos, y nos resulta casi imposible reconocerlos”, afirmó en una entrevista con CNN. Entre las víctimas se encuentra un niño, cuyo cadáver fue devorado por perros callejeros.
En las últimas semanas, los ataques israelíes se han concentrado en tres barrios del norte de Gaza, lo que ha dejado al menos 342 palestinos muertos y cientos de heridos. La Defensa Civil de Gaza informó que, solo el martes, los bombardeos mataron a 17 personas. Las operaciones militares han desplazado a más de 50,000 personas y mantienen a 400,000 en una situación crítica.
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Philippe Lazzarini, director de la UNRWA, advirtió que los civiles enfrentan una “elección imposible” entre morir de hambre o huir. Acusó a las fuerzas israelíes de cruzar “líneas rojas” que podrían constituir crímenes de guerra si no detienen las hostilidades. La ONU continúa exigiendo acceso sin restricciones para la ayuda humanitaria.
El lunes, Israel permitió la entrada de 30 camiones con ayuda, pero Afana afirmó que las fuerzas israelíes dispararon contra residentes hambrientos que intentaban acceder a un centro de distribución de alimentos de la UNRWA. Ese mismo día, un ataque de artillería en el almacén de Jabalia dejó al menos 10 muertos y 40 heridos.
Afana también denunció que la metralla de los ataques cerca del Hospital Yemen Al-Sa’eed ha alcanzado ambulancias, y acusó a las fuerzas israelíes de disparar directamente contra vehículos de emergencia. “Es muy peligroso para los paramédicos hacer su trabajo. Estamos bajo fuego constante”, lamentó.