El mantenimiento de la pantalla metálica de la represa enfrenta sobrecostos, retrasos en la ejecución y deficiencias en la planificación. La duplicación de gastos y la falta de supervisión adecuada ponen en riesgo la obra y los recursos públicos destinados al proyecto.
El proyecto de mantenimiento de la pantalla metálica de la Represa Aguada Blanca, gestionado por el Proyecto Especial Majes Siguas (AUTODEMA), presenta una duplicación de costos. La actualización del expediente técnico, aprobada en junio de 2024, incluyó bienes y servicios adquiridos previamente, sin una adecuada deducción de S/ 129,055.48 ya ejecutados. Esto ha generado un riesgo de sobrecostos, que pone en duda la correcta asignación de los recursos públicos destinados a la obra.
La falta de transparencia en la administración de estos fondos es preocupante, ya que refleja un manejo ineficiente de los recursos. Aunque los bienes y servicios fueron adquiridos, su inclusión nuevamente en el presupuesto actualizado sugiere una falta de control financiero. Este tipo de duplicaciones no solo comprometen el presupuesto actual, sino que afectan la viabilidad de la obra a largo plazo, señala el informe de visita de control de la Contraloría nº 025-2024.

Retrasos en la ejecución
La obra, cuyo inicio oficial estaba programado para septiembre de 2024, presenta retrasos significativos. La ausencia del residente de obra, Eder Josué Mamani León, durante momentos clave de la ejecución es uno de los principales factores que ha afectado el cronograma. Durante la visita de inspección realizada por la Contraloría, se constató que los trabajos aún no habían avanzado lo suficiente, lo que ha generado preocupación entre los supervisores del proyecto.
Además, se detectaron irregularidades en las actas de entrega de terreno e inicio de obra, las cuales carecían de las firmas necesarias de los responsables. Esta falta de formalización no solo refleja una deficiencia en la coordinación, sino que también afecta la transparencia y legalidad del proceso de ejecución.
El retraso en el cronograma no solo podría implicar ampliaciones de plazo, sino que también incrementa los costos operativos de la obra. A medida que la ejecución de las tareas se alarga, los gastos aumentan, comprometiendo aún más los recursos ya asignados. Este escenario hace que la finalización de la obra se vea cada vez más lejana.

Gastos adelantados sin aprobación
Otra de las graves irregularidades detectadas en el proyecto es la ejecución de gastos antes de que el expediente técnico actualizado fuera oficialmente aprobado. Entre noviembre de 2023 y junio de 2024, se realizaron adquisiciones y contrataciones de asistencia técnica por un monto total de S/ 129,055.48 sin la autorización formal correspondiente.
Este adelantamiento de gastos contraviene las normativas vigentes y pone en riesgo la legalidad del proyecto. Aunque los insumos y servicios adquiridos pueden ser útiles para la obra, su contratación previa a la aprobación del expediente técnico afecta gravemente la transparencia del proceso. Además, genera incertidumbre sobre cómo se están gestionando los recursos del proyecto.
La falta de aprobación formal de estos gastos evidencia una clara desconexión entre los procedimientos administrativos y la ejecución física del proyecto. Esta situación no solo compromete la integridad del proceso, sino que también podría llevar a cuestionamientos legales que afectarían aún más el desarrollo de la obra. Más aún cuando el inspector de la obra, Fredy Aurelio Alfaro Suni (a la fecha de la inspección de Contraloría) no se encontraba habilitado en el colegio de Ingenieros.

Riesgo de sobrecostos y ampliaciones
La suma de los problemas financieros y los retrasos en la ejecución coloca al proyecto en una situación vulnerable, donde el riesgo de sobrecostos y ampliaciones de plazo es cada vez más latente. El cronograma de trabajo ya se encuentra fuera de los tiempos establecidos, lo que podría generar la necesidad de extensiones que impactarían negativamente en los costos generales.
La partida de recubrimiento, una de las fases más críticas del mantenimiento, apenas había comenzado a ejecutarse en septiembre, cuando ya debería haber estado avanzada. Este tipo de demoras afectan gravemente la eficiencia del proyecto, aumentando los gastos operativos y de supervisión, y comprometiendo la fecha final de entrega de la obra.
Además, las ampliaciones de plazo, de concretarse, implicarían un incremento en los costos generales del proyecto. Esta situación genera incertidumbre sobre si los fondos aprobados serán suficientes para finalizar la obra, o si se requerirán nuevos desembolsos que afecten las finanzas de la entidad.
Consecuencias para Arequipa
El proyecto de mantenimiento de la represa Aguada Blanca es de vital importancia para garantizar el suministro de agua potable a la ciudad de Arequipa. Las demoras en la ejecución de esta obra no solo impactan en los recursos financieros, sino que también podrían afectar el servicio básico de agua a la población. La represa es una infraestructura clave en el abastecimiento de agua de la región, y su correcto funcionamiento depende de que el mantenimiento se realice a tiempo.
Cada retraso en la obra incrementa el riesgo de que el sistema de suministro de agua sufra fallas o interrupciones, lo que tendría un impacto directo en miles de hogares arequipeños. La falta de previsión y control en la ejecución del proyecto pone en peligro la calidad y la disponibilidad del agua en la región.