llenar sus tanques y racionarla para la semana.
Deysi Pari
En el distrito de La Joya en Arequipa, los habitantes de 23 pueblos reciben agua en sus viviendas, pero no tienen medidor ni garantía que el líquido que consumen es de buena calidad. El agua llega de una planta de tratamiento que construyó el Gobierno Regional de Arequipa, pero hasta la fecha no es transferida ni a Sedapar, ni a la municipalidad de La Joya.
El centro poblado Cristo Rey, situado en los márgenes de la carretera Panamericana Sur, es uno de ellos. Raisa, una habitante de este lugar, sostiene que no todo el centro poblado está abastecido por estas redes. Muchos como ella se ven obligados a comprar agua de cisternas dos veces a la semana y otros lo adquieren de sus vecinos.
En suma, la dotación es tan irregular y de diversas formas, que los ciudadanos sienten que no tienen la garantía de estar consumiendo agua de buena calidad.
Pastora, una ciudadana del anexo de El Ramal, dice que todas las noches recibe agua, la hace hervir y al día siguiente en el fondo del recipiente se forma una capa de una consistencia pegajosa. “La calidad es pésima”, señala. Pero ella recibe el agua del proyecto Canauras, administrado por la comuna.
Servicio de mala calidad
La constante expansión urbana en el distrito de La Joya es una de las razones de la crisis del abastecimiento del agua potable.
Esta jurisdicción, localizada a una hora de la ciudad, tiene más de 33 mil habitantes, según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Sin embargo, el Frente de Defensa de La Joya estima que menos de la mitad de ciudadanos cuenta con el servicio de agua potable en su domicilio.
El presidente del Frente de Defensa de La Joya, Juvenal Quispe, señaló a Revelación que el servicio es deficiente. En primer lugar, el centro de La Joya tiene agua por redes domiciliarias que se conectan a una planta administrada por la empresa Sedapar.
Quispe señala que por esta modalidad se abastecen aproximadamente 2.000 usuarios. El problema está en que las tuberías son de asbesto, elemento considerado como peligroso para el ser humano por la Organización Mundial de la Salud. “Sedapar administra hace 30 años la planta y desde que entró en operaciones, no hizo ningún mejoramiento”, se quejó el dirigente.
Recordó que entre el 2007 y 2008 se comenzó a hacer un perfil para cambiar las redes de asbesto, pero hubo muchos retrasos. La proyección es que en octubre de este año debe comenzar la renovación.
«El año pasado pedimos al gobernador bajo acta que entregue la administración al municipio
Juvenal Quispe
de La Joya para que sea algo mejor»
La planta del GRA
El segundo problema es que, en el 2018, el Gobierno Regional de Arequipa terminó de construir una planta de tratamiento de agua para mejorar el sistema de dotación de este servicio para La Joya Nueva. Allí se consideraron alrededor de 23 pueblos.
No obstante, surgieron controversias con el contratista, las mismas que fueron llevadas a un arbitraje. Estas fueron resueltas después. El alcalde distrital de La Joya, Christian Cuadros Treviño, explicó anteriormente que, tras estos problemas, se tenía planificado que la región entregue la infraestructura a la empresa Sedapar.
El dirigente Juvenal Quispe señaló que la población se opuso a que Sedapar administre la planta porque no confían en la empresa, debido a lo ocurrido con las tuberías de asbesto.
Por eso, se acordó que la administración de la planta pase a la Municipalidad Distrital de La Joya. Sin embargo, el camino sigue entrampado. “En este momento, a los 23 pueblos se está dando el agua sin medidor y el agua se está usando gratuitamente”, refirió.
No tienen agua
Además, debido a la expansión urbana, los pueblos jóvenes considerados desde el 2014 ahora tienen
problemas. Esto porque hay nuevos habitantes y el agua no llega para ellos ya que inicialmente no es-
taban identificados en el proyecto.
“En Cristo Rey son 1500 socios, pero en el 2014 solo se contempló a 200. En el kilómetro 48 hay 200 socios, pero hay dos manzanas que no se pueden conectar. Ocurre que, en una avenida, un lado tiene y el otro no”, refirió.
Esto ha desencadenado que empresas privadas nuevas que se instalan en la zona y otros vecinos decidan conectarse clandestinamente. Quispe dice que esto repercute en desabastecimiento para San Camilo, San Isidro. Otras personas están aprovechando el desorden para vender agua en cisternas.
El lunes de la semana pasada, los pobladores de La Joya hicieron una protesta en la Municipalidad de La Joya para exigir que el trámite se agilice. El compromiso del alcalde Cuadros fue que el jueves o viernes presentará el plan al Ministerio de Vivienda.
