De acuerdo con el Código Penal, un funcionario público no puede patrocinar intereses particulares. Pero el exjefe de Supervisión de Instituciones Privadas de la Ugel Sur, Magno Molina, actuó como abogado y cobró mil soles a una docente de Caylloma el año pasado. El caso ya está en el Ministerio Público.
Roberth Orihuela
El abogado Magno Molina Barriga ha sido denunciado ante el Ministerio Público por el delito de Patrocinio Ilegal. Esto porque patrocinó a una docente de Caylloma en un proceso administrativo sancionador cobrándole S/ 1.000. Además, señala la denunciante, el abogado le ofreció conversar con el comité sancionador y el mismo director de la Ugel Caylloma con el fin de “apoyarla” en la resolución de su proceso sancionador. Esto pasó el año pasado cuando Molina Barriga era jefe de la Oficina de Supervisión de Instituciones Educativas Privadas de la Ugel Sur. Lo que era un delito de acuerdo con el código penal.
Docente en apuros
El año pasado la docente Lupe Bernal Aroquipa laboraba como contratada en el colegio Jorge Abril Flores del distrito de Cabanaconde en Caylloma. En setiembre fue denunciada por un grupo de estudiantes y padres de familia por supuestos maltratos psicológicos. A lo que Bernal señala que fueron malintencionados y orquestados solo para retirarla de su puesto. Alega que existen contradicciones en los testimonios de los menores y que ella nunca maltrató a sus estudiantes.
El caso llegó a la Ugel Caylloma, donde se inició un Procedimiento Administrativo Disciplinario. Preocupada, la profesora preguntó a algunas amistades sobre un abogado que pudiera ayudarla. Alguien le recomendó a Magno Molina Barriga. Este, cuenta la docente, se presentó como especialista de la Ugel Sur y se ofreció a patrocinarla como legalista a cambio de mil soles que debía depositarle con anticipación. Le dio su número de cuenta y Bernal Aroquipa hizo el pago.
En este punto, explica el abogado Elbio Peralta Borja, el letrado Molina Barriga ya había cometido el delito de Patrocinio Ilegal, sancionado en el artículo 385 del Código Penal, que señala. “El que valiéndose de su calidad de funcionario o servidor público, patrocina intereses de particulares anre la administración pública, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con prestación de servicio comunitario de veinte a cuarenta jornadas”. Esto porque Molina era jefe de la Oficina de Supervisión de Instituciones Educativas Privadas de la Ugel Sur y por tanto no podría litigar en favor de otro servidor público, y menos una docente.
Molina Barriga se comprometió con la profesora Bernal a elaborar el escrito con sus descargos, con el fin de refutar las denuncias por supuesto maltrato ante el Comité Administrativo Disciplinario (CAP) de la Ugel Caylloma. Es más, Molina se ofreció a viajar hasta Caylloma con el fin de hablar con el director de la Ugel y el presidente del CAP que veía el caso de la docente. “Pero por cada viaje me dijo que debía cubrirle sus gastos. No recuerdo si me dijo 200 o 300 soles, pero sí me dijo que debía faltar a trabajar a la Ugel Sur, y que allí ganaba 180 soles diarios. Al final no hizo el viaje porque yo no tenía dinero. Y recién cuando ya salió la resolución que me sancionaba me llamó varias veces para decirme que iría a Caylloma y que debíamos coordinar”, cuenta la docente Lupe Bernal.
Afectación psicológica
El pésimo trabajo de Molina Barriga se notó en el escrito que le envió a la docente Lupe Bernal para que presente ante la Ugel Caylloma. “Estaba todo mal. Los datos no coinciden con mi caso. Parecía que eran de otro tema. Me envió el escrito justo un día antes de que venciera el plazo. Lo leí y le dije que haga las correcciones. Pero no lo hizo, solo cambió algunas cosas. Incluso, cuando lo presenté ante la comisión, allí en mi cara se rieron, porque lo que decía en el escrito no tenía nada que ver con mi caso. Estaba todo mal. Por eso me sancionaron. Por una mala defensa”, cuenta la profesora.
Ella, explica, tuvo que gastar gran parte de su sueldo en pagarle al abogado Molina Barriga. Señala que en esos días, en octubre del año pasado, no tenía ni siquiera para comprarse comida porque ese dinero lo entregó al abogado. “Yo superé un cáncer terminal y estoy recuperándome. Por eso no podía comer afuera, sino prepararme mi comida. No tenía ni para el pasaje”, dice. Luego de que salió la resolución de sanción en su contra, la profesora pidió a Magno Molina que le devuelva algo de los mil soles, teniendo en cuenta su mala defensa. El abogado prometió devolverle, incluso le pidió su número de cuenta bancaria, “pero nunca me devolvió un sol”, acota Lupe Bernal.
Cansada, la docente recurrió al abogado Elbio Peralta. Este último advierte la mala defensa de su colega, pero además que Magno Molina habría cometido un delito al patrocinar a Lupe Bernal en su defensa, por su calidad de funcionario público de la Ugel Sur. Peralta además indica que, además de la denuncia ante la Fiscalía, se presentará una denuncia ante el Colegio de Abogados con el fin de lograr una sanción en contra de Molina.
DATO
Intentamos hablar con Magno Molina por teléfono, pero este solo argumentó que ya no trabajaba en la Ugel Sur y que hace varios años no litigaba. No quiso responder si conocía a Lupe Bernal y el dinero que le pagó. Cortó la llamada.
Desde la Ugel Sur a pesar de la insistencia para obtener una versión, el director Marco Antonio Salazar Gallardo no respondió.
